Uno de los propósitos fundamentales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, es el de integrar un cuerpo de policía profesional apegado a los principios de legalidad, eficiencia, honestidad, justicia y respeto a los derechos humanos.

Todo policía en su entrenamiento básico asimila leyes que rigen a la capital, para la protección de toda la población y determinar su actuar ante diversas situaciones más allá de cuestiones operativas.

En ocasiones, personal de la SSC ha ayudado a localizar a personas extraviadas, que en algún momento fueron reportadas por sus familiares; niños o adultos, la policía de la Capital acude al llamado.




Una de estas experiencias les ocurrió a efectivos de la Policía Bancaria Industrial (PBI) el pasado 2 de diciembre, cuando en recorridos de supervisión en los pasillos y bahías que conforman el Centro de Transferencia Modal (CETRAM) Indios Verdes, ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, percibieron en uno de los andenes a una jovencita que caminaba desorientada y sin la compañía de un adulto. Tal situación alertó a los oficiales, por lo cual se acercaron a ella.

El policía Pérez Castañeda, explicó a la adolescente que su función es dar seguridad y lo que requiriera le podrían auxiliar. Una vez que se ganó su confianza, le brindó alimento y preguntó sobre su estancia en el lugar. Ella relató que se fue de su domicilio por problemas familiares, al escuchar la respuesta, los oficiales activaron los protocolos correspondientes para la atención de menores de edad.

Después de que consultaron en el sistema de notificación de menores de edad desaparecidos “Alerta Amber”, de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, se percataron que la menor aparecía en dicho sistema por ausencia desde el 25 de noviembre, fecha en que su familia la vio por última vez.

Sin duda, además de ser policías también son padres de familia, hermanos, tienen presente, la angustia y sufrimiento que se presenta al extraviarse un ser querido y no tener información de su paradero.

Para garantizar el cumplimiento de la “Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes”, los oficiales trasladaron a la menor a la Fiscalía Especializada en la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas (FIPEDE), cuya instancia es la encargada de coordinar el apoyo para localizar a sus familiares y reunirlos.

Acciones como estas, convierten a nuestros policías en héroes sin capa.