• El órgano se dirigía a Guadalajara, Jalisco, donde ya era esperado su arribo 

Contribuir a dar esperanza de vida es una de las funciones más nobles que realiza la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, en situaciones muy específicas. Por la severidad del grado de emergencia, esa tarea recae en el agrupamiento especializado de la Dirección General de Servicio Aéreos “Cóndores”.

Dicha corporación conformada por pilotos y personal experto en labores de rescate y servicios prehospitalarios, se encuentran al servicio de la ciudadanía ante cualquier emergencia que represente un riesgo para la integridad física o la propia vida y requiera de atención inmediata en un hospital.

Pero sus heroicas acciones no son sólo en beneficio de los habitantes de la capital o de su población flotante, si no que llegan a extenderse a ciudadanos de otras entidades de la República.



Así ocurrió el pasado 3 de enero, cuando la participación de la tripulación de un Cóndor de la SSC fue determinante para trasladar sin contratiempos un hígado humano al estado de Jalisco, donde sería trasplantado a una persona esa misma tarde.

A petición de personal médico del Centro Nacional de Trasplantes, el personal experto de Cóndores acudió a las instalaciones del Hospital Naval de Alta Especialidad, ubicado en la alcaldía Coyoacán, donde se encontraba el órgano en resguardo junto con una doctora, para ser trasladados al hangar del Agrupamiento, ubicado en la alcaldía Venustiano Carranza.

No obstante, la labor de la SSC no concluyó ahí, ya que policías de campo desplegaron un dispositivo para agilizar el traslado del hígado vía terrestre dentro de las instalaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde finalmente fue entregado para abordar un vuelo comercial con rumbo a la ciudad de Guadalajara.

Quizás, por cuestiones de distancia, la persona beneficiada nunca sepa sobre la participación de estos héroes, o tal vez ni siquiera esté enterada de su existencia; sin embargo, el anonimato no es un impedimento para que cada uniformado de la SSC salga a las calles día con día a dar lo mejor de sí por la gente, sin más aliciente que saber sus actos pueden salvar vidas.