El trabajo de un policía no es fácil, se requiere de empeño, valentía, fortaleza, amor al uniforme e incluso fuerza física y mental para actuar día a día en beneficio de la población, que en ocasiones sufren eventos lamentables en los que la delincuencia se hace presente.

Así fue como el pasado 17 de agosto del 2020 la Suboficial González Ocampo, quien después de haber realizado el recorrido con personal de vulnerabilidad, al circular sobre la calle Curcupe, en la alcaldía Venustiano Carranza, se percató que una persona le hacía señas con sus manos de manera desesperada. Luego de aproximarse y descender de la unidad, el hombre dijo que un sujeto que corría frente a ellos, lo acababa de amagar con un cuchillo y sustrajo su teléfono celular.

Inmediatamente la Suboficial González comenzó la persecución en tanto su compañero al mismo tiempo subió a la patrulla para darle alcance y cerrarle el paso. Fue en esos instantes que el delincuente observó la unidad policial y regresa hacia la Suboficial. Al ver la situación, sabía que debía actuar sin titubeos y fue de esa manera que lo derriba por la cintura al suelo. El asaltante trató de defenderse propinándole algunos golpes a la oficial, momento en el que llega su compañero de ella.

Ya controlado el hecho y colocados los candados de mano, la persona que solicitó el apoyo se aproximó y confirmó que era quien lo despojó de su celular.

Como parte del protocolo policial, hicieron una revisión preventiva y encontraron la navaja con la que había amenazado al transeúnte y su dispositivo telefónico.  En ese momento, solicitaron apoyo vía radio y al llegar sus compañeros, acudieron la agencia del Ministerio Público.

Al recordar este hecho por el cual, fue galardonada como Policía Destacada, mencionó que “para mí ser policía es todo. Me ha dado muchas satisfacciones tanto económicas, como mi forma de vida, compañerismo. He logrado aquí tener una familia, porque mis compañeros para mí son una familia”.

“A veces nos enojamos, a veces estamos contentos, pero al final de cuentas siempre estamos, él me cuida y yo lo cuido…Y me preguntan, ¿por qué soy policía? Ni yo misma lo sé, es un amor que le tiene uno a esto cuando le entras, que no puedes soltar y aquí estamos hasta que Dios diga” finalizó la Suboficial González.