"Yo siempre quise ayudar una labor de parto y ese dia me tocó"

Asistir un parto, es una de las actividades que realiza personal médico, sin embargo, en ocasiones por imprevistos, los nacimientos de los bebés se realizan fuera los hospitales; ya sea en casa, sistema de transporte, vialidades, entre otros, por ello, las madres y recién nacidos necesitan adecuada protección y cuidado.

Bajo esas condiciones, las y los policías capitalinos han ayudado a varias mujeres a tener a sus bebés. Para algunos, puede ser una experiencia inolvidable, para otros, al escuchar, puede ser un sueño que, como parte de su trabajo, quisieran experimentar.

Para la policía Altamirano, perteneciente al sector 63 de la Policía Auxiliar, ese hecho pudo cumplirlo, ya que siempre fue uno de sus mayores deseos al estar en la Secretaría de Seguridad Ciudadana, apoyar a una mujer a tener a su bebé.

El viernes 17 de julio, al circular por la Calzada de Tlalpan y División del Norte, la oficial de la SSC no sabía que su mayor anhelo habría de llevarse a cabo. Ese día, los efectivos capitalinos fueron solicitados a través del Centro de Control y Comando (C-2) Oriente, ya que en la colonia Adolfo Ruiz Cortines, alcaldía Coyoacán, habían reportado a una joven en labor de parto. Ante la emergencia, acudió de inmediato, pues ella y sus compañeros fueron los primeros en llegar.

                                                   

Al entrar donde se encontraba la mujer, observó que sangraba; su primera reacción fue ayudarle. Recordó que ella también es mamá y sabía que en sus manos dependían dos vidas, la  futura madre y el bebé a punto de nacer.

En tanto llegaban los servicios médicos, las contracciones de la joven aumentaban, era el momento de actuar. Al recordar la capacitación que tiene en primeros auxilios, le dobló las rodillas y comenzó a decirle que pujara fuerte para que naciera el bebé. Tras minutos en trabajo de parto y con ayuda de los familiares, recibió al niño que dio su primer llanto.

Una vez que el personal médico corroboró la salud de la madre y recién nacido, lo sostuvo entre sus brazos, arropado ya con la frazada elegida para ese momento tan especial y tras el agradecimiento de la familia, se retiró del lugar con la gran satisfacción de haber apoyado, “Yo siempre quise ayudar a una labor de parto y ese día me tocó; llegué primero a la emergencia”.

Ahora, esta anécdota la podrá compartir con sus compañeros. Ya no se enterará por demás efectivos que han contribuido en la noble labor de asistir en el nacimiento de una niña o niño. La oficial Altamirano contará a su familia, amigos y conocidos, lo valioso de su desempeño como efectivo de la SSC.

“Ser policía y ayudar en labores humanitarias, es lo mejor. Me gusta mi trabajo”.